Surge de un estudio de la ONU, que proyecta hacia 2030 los beneficios de los medios de transporte sustentables y su impacto en los niveles de contaminación.
El recambio paulatino de colectivos y taxis de combustión fósil por vehículos eléctricos en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires permitiría salvarle la vida a 1.595 personas -con muertes asociadas a la contaminación del aire- hacia 2030, informó un estudio realizado por la ONU y difundido con motivo de la semana de la Movilidad Sustentable que se extenderá hasta el 22 de septiembre próximo
El estudio indica, además, que ese recambio de tecnología permitiría ahorrar 4.382 millones de dólares en combustible y evitaría la emisión de 5,2 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, según datos del Banco Mundial sobre proyección de crecimiento de población y de otras fuentes internacionales.
«El transporte eléctrico o sustentable es el futuro por dos motivos fundamentales: es urgente reducir la contaminación ambiental y cada vez es más caro producir combustible a través del petróleo», expresó a Télam Pablo Azorín, jefe de seguridad y medio ambiente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Actualmente, tanto la industria automotriz como distintos países del mundo trabajan en cambiar la matriz de producción y los métodos de transporte en las grandes ciudades.
En América Latina, la ciudad de Santiago de Chile ya cuenta con 100 buses eléctricos y espera completar toda su flota en los próximos años, además de impulsar una ley para que no se cobre estacionamiento a los vehículos eléctricos en el centro de la ciudad.
Otras ciudades como Bogotá y Ciudad de México tienen aranceles más bajos para la fabricación e importación de autos eléctricos, mientras que en Argentina YPF comenzó la instalación de 200 estaciones de carga eléctrica en 110 estaciones de todo el país.
«El transporte es el sector con mayor crecimiento de emisiones de CO2 en Latinoamérica y seguirá aumentando a menos que se acelere la transformación tecnológica y se pongan en marcha políticas innovadoras», evaluó Agustín Matteri, miembro del equipo de Coordinación Regional de Cambio Climático de la ONU.
Según datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) -que midió a 3.000 ciudades de 103 países- Bogotá, Lima, San Pablo, Ciudad de México, Buenos Aires y La Paz fueron clasificadas como las ciudades de América Latina en las que se respira el aire más contaminado.
«Vemos con satisfacción la apuesta por las energías renovables en toda la región, pero es necesario implementar políticas que incluyan al transporte público», indicó Azorín.
Los beneficios de los vehículos eléctricos, según el especialista, son múltiples: «No producen emisiones tóxicas, reducen la dependencia de recursos naturales no renovables y tienen un uso más eficiente de la energía al convertir entre el 59% al 62% de la energía eléctrica en potencia contra el 17% al 21% en el caso del automóvil a gasolina».
Su mantenimiento, además, es mucho más bajo a los tradicionales, ya que no necesitan cambios de aceite y verificaciones periódicas, y reducen la contaminación auditiva al contar con un motor silencioso.
«El verdadero problema que tienen los vehículos eléctricos pasa por sus baterías: tienen una autonomía máxima de dos horas, son muy pesadas, y tardan demasiado en cargarse. Es esa línea es en la que están trabajando las automotrices y, en la medida que puedan mejorar estos factores, habrá una mayor integración», afirmó Azorín.
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