Metalpar es un fabricante de ómnibus con fuerte presencia en el país. Las políticas oficiales que plancharon la actividad económica la llevaron en pocos meses a un cambio drástico en su situación.
Los indicadores macro coinciden en reflejar una caída significativa de la actividad económica: tanto el Indec como diversas consultoras privadas dan cuenta de manera inapelable de la caída de la industria, del consumo y del empleo. Pero no se trata solo de cifras, ya que esas estadísticas son el resultado de miles de pequeños ejemplos que se dan a lo largo y a lo ancho de todo el territorio.
Todos los días tenemos noticias de despidos, suspensiones, retiros voluntarios, vacaciones adelantadas y otros síntomas de una economía en retroceso. Ahora es la empresa Metalpar, fabricante de ómnibus, la que sufre las consecuencias de las políticas impulsadas desde diciembre.
Hace exactamente un año, la compañía comunicaba sus planes para producir más de diez unidades diarias en su planta de Loma Hermosa, provincia de Buenos Aires. Hoy, en cambio, acaba de informar que cerrará, en principio, por 30 días debido a la caída de las ventas.
El mail enviado a sus proveedores dice textualmente: «Le informamos que debido a la caída de las ventas nos vemos forzados a suspender nuestras actividades en principio hasta el 30/09/2016. De haber algún cambio se les informara de inmediato. Desde ya agradecemos su colaboración y sepan entender la situación».
Metalpar es una compañía de origen chileno, controlada por la brasileña Marcopolo desde el año 2010. Con una fuerte inversión en Argentina, Metalpar posee una planta de 50.000 metros cuadrados en Loma Hermosa, donde trabajan cientos de operarios. Además, en 2012 adquirió también Metalsur, con sede en Rosario, dedicada a la fabricación de carrocerías de buses interurbanos, con especialización en modelos de dos pisos.
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