Un sistema integrado de transporte contempla además espacio para portar bicicletas, cónclaves de hackers para mejorar el sistema informático de los buses y encuestas periódicas de satisfacción de los usuarios.
El SPTrans, uno de los servicios de transporte terrestre de la ciudad de Sao Paulo que consta de un parque de 17 mil buses, mueve cerca de 6 millones de personas diarias. A diferencia de nuestro Transantiago, su puesta en marcha en 1995 fue un proceso gradual que contaba con una extensa red de metro para robustecer un servicio, en general, bien evaluado por sus ciudadanos.
Buses con cargadores para el celular, Internet gratis, precisión matemática en su frecuencia, GPS real, pasaje liberado para mayores de 60 años y una ciudadanía que no solo los cuida, sino que está orgullosa de ellos, son parte de estas bondades que suenan más a ciencia ficción mezclada con utopías de décadas románticas, que a nuestra idea de transportes público.
Los buses de 23 metros y con capacidad para 171 pasajeros se reconocen por sus colores gris y rojo, son llamados «superarticulados» y sorprenden no sólo por su maquinaria y diseño. Cada una de sus puertas, que operan en ambos costados del bus, según el sentido y las paradas, cuentan con cámaras de reconocimiento facial para captar inequívocamente a quien usa una tarjeta adulterada o evade su pasaje.
Los pasajeros acreditan que esto no es muy común ya que el sistema, al detectar una irregularidad en el pago, envía automáticamente 4 fotografías a los administradores de manera remota que organizan la asistencia de un fiscalizador. El conductor, sólo se concentra en su trabajo.
Las empresas de los 16 consorcios dedicados al transporte terrestre, compiten entre sí a través de tecnología y otras prestaciones para mantener sus licitaciones. Los buses y taxis, circulan por una extensa red de vías exclusivas construidas específicamente para el transporte de pasajeros. Nadie se cuela en las vías, no se oyen bocinazos y el fair play callejero es una moneda de pago entre los conductores que saben que recibirán la misma amabilidad de vuelta.
El pasaje no supera los $520 pesos en buses equipados con aire acondicionado, Internet (sin contraseñas) y que permite (hasta ahora) subvencionar a estudiantes y personas con discapacidad con descuentos del 50%. En el caso de la tercera edad, las personas sobre 60 años tienen pasaje liberado. Este grupo, el de los precios especiales, suma cerca del 20% del total de personas trasladadas.
El parque vehicular de estos buses se renueva a razón de mil cada año para dar abasto a los buses que salen de circulación cuando cumplen 10 años de servicio. La mantención de estos transportes es capital, cuando se trata de más de 1500 rutas que llegan a todos los barrios de Sao Paulo.
El equivalente de la Tarjeta Bip! en Sao Paulo es el Bilhete Único, una tarjeta de azul reconocible que sirve para integrar el viaje en la extensa red de metro de la Compañía Paulista de Trenes Metropolitanosy también en los trenes regionales. El cobro único permite hasta 4 viajes en el sistema de transporte público durante un lapso de 3 horas y puede ser cargada en supermercados, kioscos, almacenes y las «lotericas» como se llama a los puestos de lotería estatal.
Los articulados que permiten subir la bicicleta vienen debidamente identificados y cada cierto tiempo, se organizan «hackatones», reuniones de programadores y hackers, para encontrar en convenciones colectivas, formas de mejorar el sistema de transportes.
Fuente: