Estados Unidos: En Miami rechazan construir un Metrobus (BRT)

Alrededor de todo el condado de Miami-Dade, el tráfico de hora punta se transformó en un problema horroroso. Conducir del norte al sur del condado después de trabajo puede tardar hasta dos horas, creando una crisis de infraestructura que las organizaciones de transporte público necesitan solucionar.

Con esto en mente, las autoridades del transporte público en Miami-Dade desarrollaron un presupuesto para invertir alrededor de 115 millones de dólares en un sistema de autobús de tránsito rápido (ART) en el sur del condado. Ahora, todos los líderes llegaron a un acuerdo para hacer una investigación sobre cuál forma de transporte público funcionaría mejor.

Pero, más allá de esta investigación, el BRT no es la solución que los residentes quieren, y no se quedaron callados respecto al tema.

Según líderes de Homestead, Palmetto Bay y otros tres municipios en este área del condado, el ART no es una proyecto satisfactorio para ellos. Sus residentes querían un metro ligero.

“No vengas al sur de Dade hablando de autobuses más grandes”, dijo representante del estado Kionne McGhee al Miami Herald. “No hay ningún pastor, ningún alcalde, ningún miembro del ayuntamiento que quiera un autobús. Quieren metro ligero”.

Estos líderes locales hacen referencia a un plan de 2002, en el que los residentes del condado de Miami-Dade votaron para aumentar su impuesto a las ventas en medio centavo para mejorar el transporte público. En ese acuerdo, fueron prometidos 88 millas (unos 141.6 kilómetros) de vía férrea si se aumentaba el impuesto.

Hasta hoy, poco de esto se concretaron, con la excepción de alrededor de veinte millas de vía al aeropuerto.

“Es un cuestión histórica. A la gente se le prometió metro ligero en 2002. Eso es lo que queremos y lo que necesitamos”, dice McGhee.

Pero otras autoridades del área dicen que la gente en contra del ART simplemente no entiende este sistema. Hablar de esta modalidad simplemente como “autobuses más grandes” se olvida de lo central de este tipo de transporte.

“Cuando se hace correctamente, el ART trae los beneficios de un metro ligero con la flexibilidad de un autobús”, dice Benjamin de la Peña, un experto en estos temas para la Knight Foundation. “Es mucho más barato de construir, un quinto de lo que cuesta construir un metro ligero. Y sucede más rápido, porque estás construyendo en calles que ya existen”.

Además, De la Peña explicó a CityLab que el funcionamiento del ART tiene sus ventajas. “La flexibilidad te deja tener servicios locales y ‘express’ en la misma ruta, lo cual es muy difícil con un tren. Y también tienes la máxima flexibilidad con respecto a creando rutas”.

Este sistema fue probado con éxito en Latinoamérica, donde se comenzó a utilizar en Curitiba, Brasil, hace alrededor de treinta años. Desde ese entonces, varios otras ciudades, incluyendo Bogotá y Ciudad de México, crearon sistemas de BRT también. Éstos son , como lo explicó el sitio The New Tropic, mucho mejores que el sistema de transporte público que hoy existe en Miami (aunque en Bogotá el sistema estuvo siendo excesivamente exigido últimamente).

Los buses expresos de Bogotá (rojos y a la derecha en la foto) tienen preferencia frente al tránsito común. (Foto: Luis Acosta / AFP / Getty Images)
Los buses expresos de Bogotá (rojos y a la derecha en la foto) tienen preferencia frente al tránsito común. (Foto: Luis Acosta / AFP / Getty Images)

Pero hay varios problemas con la percepción de estos buses expresos en Miami. Por un lado, es muy fácil hacer una versión diluida de lo que existe en otras ciudades. Por ejemplo, dar a los autobuses una pista exclusiva, pero no darles prioridad en las intersecciones. O no tener un sistema para pagar antes de abordar. Sin estos aspectos, el ART sí puede terminar simplemente como un “autobús más grande”.

A esto se suma un problema de paradigma. “En cada sistema en los Estados Unidos, el autobús se percibe como la peor opción. La gente cree que sólo es para los pobres”, dice De la Peña.

Estas percepciones tienen gran efecto en la popularidad política de construir un autobús expreso en Miami-Dade. Y la situación tiene como agravante la falta de confianza que tienen los residentes en los líderes que organizan el transporte público.

“Las tardanzas [en construir un metro ligero] causaron que la gente crea que no tienen voz, y que los líderes no van a hacer lo que dicen”, dice McGhee.

Pero, dice Paul Schwiep, líder del Citizens Independent Transportation Trust, la organización que controla el gasto del medio centavo impuesto, que la gente necesita ser realista.

“Hablando solo por mí, yo creo que esta es la mejor solución”, dice Schwiep. “No debemos de tirar piedras contra nuestro propio tejado. Un metro ligero va a costar mucho dinero y mucho tiempo. Esto nos ofrece algo mejor”.

 

Fuente:

Univision

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