A través de esta iniciativa, las empresas de autobuses públicos recibirán subsidios para comprar colectivos eléctricos. La iniciativa es la primera parte de una más grande, que pretende reducir la contaminación del aire, avanzar en el uso de energía alternativa y mejorar la calidad de vida.
El sueño de realizar un paseo en un autobús eléctrico pronto se hará realidad en Israel, ya que el Fondo Nacional del Keren Kayemet y el Ministerio de Protección Ambiental pusieron en marcha un proyecto de 20 millones de NIS para poner 50 autobuses eléctricos en las rutar del país.
A través de esta iniciativa, las empresas de autobuses públicos recibirán subsidios para comprar colectivos eléctricos. Las compañías serán responsables de la elección de un fabricante de autobuses, así como de proporcionar la infraestructura de carga.
La iniciativa es la primera parte de una más grande, que pretende reducir la contaminación del aire, avanzar en el uso de energía alternativa y mejorar la calidad de vida. Algunos de los otros proyectos, que se anunciarán en las próximas semanas, implicarán paneles solares y taxis a gas natural, explicó un portavoz de KKL.
Por su parte, Israel Danziger, director general del Ministerio de Protección Ambiental, afirmó que el transporte limpio tiene el potencial de afectar algo más que la calidad del aire. «Todo vehículo contaminante retirado de las rutas está salvando la vida de las personas», aseguró.
El KKL informó que alrededor de 1.250 personas mueren cada año como resultado de la contaminación de los vehículos. En 2013, la compañía de autobuses Dan dio a conocer su primer colectivo totalmente eléctrico, con planes de mejorar el 25 por ciento de su flota de autobuses eléctricos en 2018.
La empresa había elegido el BYD K9, un autobús chino de 12 metros de largo y un interior configurable según las necesidades de cada cliente, que dispone de dos motores eléctricos con una potencia conjunta de 180 kW ( 245 CV) que le impulsan hasta una velocidad máxima de 96 km/h. Está alimentado por un pack de baterías de litio (LiFePO4) de 324 kWh que le proporcionan una autonomía de entre 250 y 300 kilómetros.
Adicionalmente dispone de un sistema de placas solares en su techo, que le permite recargar las baterías mientras circula, o durante sus paradas. Por su parte los tiempos de recarga dependerán del tipo de salida utilizado, pero en este caso BYD solamente nos indica una medida, 3,5 horas cada 100 kWh con una instalación especialmente pensada para este modelo.
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